Merecieron un mejor (casi definitivo) adiós

Tucumán goleó a Cuyo 55 a 13 en lo que fue la despedida del presente torneo en condición de local. Pero si uno se pone a analizar, quizás también haya sido la última vez que se haya visto a la gloriosa "Naranja" que tantas alegrías dio al rugby de Tucumán, donde cada jugador que la vistió dejó el alma y la vida por ella.

Los jugadores lo entendieron así y dejaron todo en la cancha. Luego de un primer tiempo donde estuvieron perdidos y descoordinados (el parcial fue 17 a 10 para Tucumán), en el segundo mostraron la mejor versión hasta acá de esta versión 2017.

Pero al parecer que el que no entendió esto fue el público. A pesar de que fue una tarde muy agradable y la entrada era libre y gratuita, hubo menos espectadores que en el partido pasado frente a Córdoba. ¿Se habrá perdido el amor por la Naranja? ¿Dónde quedaron esas tardes y noches en que ni el estadio de Atlético pudo con tanta pasión? Sólo lo sabrán responder cuando de no viar una forma de que sigan los torneos a nivel selecciones provinciales, y en unos años la gente se pregunte: ¿por ya no vemos más a los Naranjas?

Fue la oportunidad de despedirlos (como se dijo más arriba), a los grande, a lo que merecen estos y todos los jugadores que la vistieron con orgullo y pasión, de lo que podría haber sido la útlima actuación de la "Naranja".