El rugby encontró su lugar en Famaillá

La histórica cuidad de las festividades donde la empanada es la reina más jugosa, se llama Famailla. O “Fama”, como le dicen el “changuerio” que transita sus calles. En su territorio emerge el cuero ovalado en el club Coipú. Con tan solo quince años de vida el rugby llegó para quedarse en la zona y TERCER TIEMPO NOA se llegó a sus instalaciones en Barrio Oeste, para hablar con su gente.

Palabra presidencial

“El rugby en nuestra querida cuidad es un diamante en bruto. Tiene mucho para trabajarse en el mismo y por explotar. Si bien Famailla es una cuidad netamente futbolera, hemos logrado sumarle la opción del rugby y del hockey a nuestra gente. Con quince años de existencia, no es poco lo que hemos logrado. Es grande el esfuerzo por luchar en amalgamar un deporte que es pasión de los tucumanos” – comienza afirmando Arturo Felipe, quien preside el club.

- ¿Por fin lograron tener un espacio propio?

- Luego de andar por muchos lugares buscando un espacio tenemos un lugar propio y eso nos da tranquilidad. Si bien Famailla no tiene cultura de rugby, hemos logrado que los chicos no se vayan del club en su gran mayoría y muchos de los que comenzaron en infantiles, hoy están jugando en primera división. Nos falta crecer en infraestructura y a pulmón vamos a conseguir mejorar nuestras instalaciones. Legalmente hay dos instituciones que están con los papeles al día, una el Club Famailla y nosotros. Eso nos da un gran orgullo.

- ¿La gente que no es del rugby los reconoce en la cuidad?

- Si, eso nos alegra mucho. Te cuento algo, en la calle pude ver personas que no vienen al club y que usan nuestras camisetas en sus tareas diarias. Eso crea un enorme sentido de pertenencia y nos pone muy orgullosos. La gente de Famailla se identifica con su club.

El nombre que los identifica

Felipe recuerda y es positivo a la hora de pensar en el futuro de la entidad que lo tiene como su mayor dirigente: “Nuestro nombre viene por el ratón llamado Coi o Coipú. Un roedor autóctono que puede ser pequeño o más grande. Andrés Herrera, hombre fundador de nuestro club, es el que le dio el nombre a nuestra entidad” – afirma. 

- ¿Qué le falta a Coipú para que el rugby explote masivamente en la cuidad?

- Mejorar en infraestructuras. Con un buen mejoramiento en ese punto y crecimiento de los servicios en nuestras instalaciones. Si bien hemos cerrado el predio, queremos mejorar nuestro quincho y agrandar los vestuarios. Es un trabajo y un desafío que nos propusimos en dar con pasos cortos y seguros.

- ¿Qué mensaje le dejas a la gente de tu ciudad?

- Que se sumen al club y que trabajemos juntos para darle lo mejor a los chicos. Que los esperamos. 

Las entrenadoras del semillero

Coipú tiene dos entrenadoras que coordinan el trabajo del rugby infantil. Por un lado, la experimentada Evelyn Fernando, y por el otro, Soledad Obeid, que a tan solo cuatro meses de llegar al club a traer a su hijo a jugar en infantiles, es entrenadora, jugadora y está haciendo el curso para ser árbitro.

“No tengo palabras para explicar lo que significa entrenar a los más chicos. Es un orgullo y un placer verlos crecer sanos y haciendo el deporte que tanto amamos los tucumanos. En lo personal estoy muy comprometida con el club y dejó abierta la invitación a todos los que se quieran sumarse” – señala Evelyn.

Por su parte Soledad Obeid señala: “Traje a mi hijo a jugar y me terminé enganchando a full. El club nos contiene y nos da herramientas para trabajar y seguir creciendo. Soy una apasionada de lo que hago y me identifico con los valores que profesamos desde el juego y el respeto”.