Los Pumas y Jaguares
LOS PUMAS
Encendidos, apagados
La bipolaridad de Los Pumas en el segundo tiempo fue tan real como la diferencia sacada por el quince de Mario Ledesma en el parcial.
En ese efervescencia inicial, la parte mental funcionó acorde al juego desde una agresividad, el duro contacto, el aprovechamientos manual impecable y la obtención eficaz, de cuanto cuero le fue propio o lo tuvo desde lo ajeno.
Con ese 31 – 7 a favor y el descanso luego del primer acto como termómetro para medirse desde lo mental, el equipo nacional tuvo todo para ganarle a su rival y para ganarse a si mismo. Pero no fue así. Con los cambios en gran parte de su columna vertebral, (no son pretextos), Los Pumas fueron otros en la segunda mitad.
Un epilogo para el olvido con 3 tries en diez minutos para Australia y un golpe anímico que fueron en cuotas de varias estocadas y la falta de reacción general.
¿Pareció dos equipo en uno? Si.
En lo mental flojo. En la obtención precipitado. En la diferencia sacada, insostenible.
En el fuego, de encendido pasó a irreconocible y apagado