Sábado 20 de Abril de 2024

11/10/2017

Regionales

PROYECTO

El loco del laboratorio

Emilio Valdez cuenta sobre su trabajo en el Centro de Rugby de Tucumán.
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PROTAGONISTA. Emilio Valdez, un hombre que trabaja desde el “laboratorio” del Centro de Rugby en Tucumán que coordina la unión local y la mismísima UAR. FOTO: Patricio Guzmán

Patricio Guzmán

Redactor de Tercer Tiempo Noa

Su voz en ronca y sus expresiones desmedidas desde la pasión que le brota por los poros. Tiene un legado ovalado lleno de locura bien entendida por el deporte que fue tomando de su padre y sus hermanos. Su DNI dice que se llama Emilio Valdez y que deportivamente Universitario es su lugar en el mundo. TERCER TIEMPO NOA abre su micrófono para dialogar con el “enfermo” del rugby. Un hombre que trabaja desde el “laboratorio” del Centro de Rugby en Tucumán que coordina la unión local y la mismísima UAR.

¿En qué momento de tu vida deportiva te llega la posibilidad de estar al frente de este gran desafío?

Justamente el día que me convocan había fallecido mi madrina, Irma y hermana de mi madre. Fue un mix de sensaciones y emociones. Presenté en 2015 mi curriculum y al cargo lo gana “Chari” Fornaciari, quien por motivos laborales no pude seguir al frente y me llaman para ocupar esa vacante y me sumo en 2017. Al principio sentí el golpe de no haber ganado el concurso y creía que se me pasaba el tren y no iba a tener una posibilidad.

Valdez hace más de 20 años que es entrenador, sus tácticas y estrategias pasaron por casi todas las divisiones formativas de su club, al igual que en el plantel superior. Es hijo de uno de los últimos próceres del rugby de Tucumán, el legendario “Cacho” Valdez. Un apasionado como pocos. “Con Bernardo Urdaneta y su staff tuve el placer de entrenar una M-18, mientras él estaba en -19, en lo que fue la camada 88 y 89” - recuerda Emilio, quien estuvo cercano al crecimiento de jugadores como Nicolás Sánchez y Lisandro Ahualli, entro otros.

- Contame del Centro del rugby y de tu forma de vivir el rugby desde tus locuras…

- Este es mi primer año en el Centro.Trabajamos con mucha pasión y una locura hermosa por este grupo de jugadores. Somos un equipo de trabajo que da lo mejor de sí y que siempre busca crecer y aprender. El Centro trabaja con chicos de 15, 16 y 17 años y está abocado a mejorar el trabajo de los entrenadores formativos en sus clubes. Trabajamos en la edad clave del jugador, donde marcamos gestos, movimientos y pulimos sus expresiones para mejorar sus cuerpos, su autocontrol y su toma de decisiones. Con respecto a mí, amo mi locura y volar con la cabeza proyectando situaciones para mejorar el juego y darle lo mejor de mí al jugador. Vivo con mucha emoción entrenar jugadores jóvenes. En mi mesa de luz tengo un cuaderno donde escribo mis pensamientos sobre el juego que vi, veo y creo que podré ver.

¿Ha cambiado el rugby?

Evoluciona diariamente, sin dejar de ser un juego que tiene un ABC básico. Mira los All Black`s, tienen todo y hacen todo bien. Todo lo tiene predeterminado. Tienen planes para todo y soluciones para todos los problemas que se les presentan. No hacen cosas raras, pero si lo que hacen, lo hacen bien. La materia prima de ellos es perfecta.

¿Hoy el rugby tiene mucha información para el jugador, eso lo complica en algún punto?

Demasiada información complica al jugador. Debe haber un equilibrio. No debemos salir del ABC del juego e ir agregando algunas facetas, todo en un maco de equilibrio y realidad. El rugby cambió en sus métodos y formulas, pero no dejar de ser un juego donde debes pasar la pelota hacia atrás, debes correr hacia adelante, debes hacer el try y que no te marquen puntos. El cómo se llega a ese punto es lo que ha evolucionado. El rugby se fue desmenuzando mucho. Te doy un ejemplo, en el Centro planteo ante los chicos una situación de juego en su problema, pero no les doy la respuesta. Ellos deben solucionarla. Deben ser capaces de salir de dicha situación desde sus formas y sus conocimientos. Así desarrollamos la capacidad de que cada uno sepa resolver diferentes situaciones de juego. El jugador no es un tipo que lo manejas con un jostick y le decís para donde correr. El mismo debe tener herramientas, pero también tomar esas herramientas y sacar sus propias variantes de pensar y ejecutar como salir de tal o cual situación.

Emilio Valdez en frases

“A los chicos les planteamos diferentes situaciones y ellos deben sacar sus tormentas de ideas para resolverlas”.

“Los chicos se van dando cuenta de cómo resolver sus momentos del partido. El jugador tiene libertades y rompe esquemas para hacer y no hacer lo que le dicen sus entrenadores”.

“La clave del todo jugador es su preparación física, sus técnicas y que sepan hacer todo. La destreza es la manera de hacer algo en una situación, pero la técnica lo es en todo momento”.

“El jugador que conoce el juego ama la tocata. Allí se pone en situación de resolver qué hacer y qué no hacer. En esas situaciones que se le van presentando adquiere la libertad de expresar técnicamente como decidir”.

“Toda opinión mía debe ser discutida por ellos, a la hora de plantear una situación de juego. No me interesa que me den la razón. Me interesa que saquen sus propias respuestas y tengan variantes”.

“A los jóvenes hay que trabajarlos en la parte física y en la parte mental. Cuando estás físicamente apto, la mente funciona en su plenitud, y podes pensar, por ende resolver más y mejor”.

“El rugby ha cambiado. Tanto para el que ataca, como para el que defiende. Los jugadores son como autos de fórmula 1 y el trabajo de los preparadores físicos es igual de importante que el de un entrenador”.

Una anécdota de ensueños y un ping pong

“Años anteriores mi padre me retaba porque no estudiaba. Saltaba de facultad en facultad. En esa época le dije que iba a ser entrenador de los Pumas. Le decía, viejo a mí me gusta el rugby y mi papá me miraba y se reía”- recuerda Emilio.

Definí a Nicolás Sánchez: Lo veía en un gimnasio al que iba. De chico ya era diferente. Dueño de un talento enorme y de una cabeza increíble. Mentalmente un jugador distinto. Premio para sus padres y formadores por lo que hicieron con él.

¿Ramiro Moyano?: desde siempre fue dueño de unas condiciones atléticas increíbles. Ramiro es capaz de gambetear a un equipo entero y a los suplentes también. Un crack.

¿La situación del juego que más te gusta?: la primera fase.

¿Un momento del partido?: los últimos 15 minutos. Ahí largas todo. Ahí te desnudas entero como equipo.

¿La mayor virtud para jugar al rugby?: el físico y la parte mental. El resto sale con trabajo.

¿Un puesto en qué te hubiera gustado jugar?: tercera línea.

¿Tu mayor referente en el rugby de ayer?: Ricardo “La Vieja” Sauze. Una computadora humana. Un crack.

¿Un jugador de Los Pumas de siempre?: dos, Hugo Porta y Santiago Mesón. Era un lujo verlos jugar. Distintos.

¿Qué es el rugby?: un deporte que pone a prueba al hombre física y mentalmente.

¿Tu mayor referente en tu club?: mi padre. Un ser que hizo, hace y hará por su club. Un apasionado del rugby con 84 años.

¿El rugby te volvió un poco loco o ya venías así de fabrica?: creo que ya salí así, pero bueno…uno se va haciendo camino al andar.


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