Jueves 20 de Marzo de 2025

02/04/2017

Regionales

NACIONAL DE CLUBES

Tucumán Rugby demolió a Duendes a puros tries

En el duelo de "verdinegros" los de Marcos Paz derrotaron a los rosarinos por un contundente 68 a 14 y se acomodó como escolta del líder de la zona
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VUELO A LA VICTORIA. Gonzalo Martínez Zavalía anotó el mejor try del partido ante Duendes, por la jugada colectiva que le precedió. Foto: Diego Aráoz / La Gaceta

Nunca antes le había ganado por un torneo oficial de la UAR, y para ser la primera vez lo hizo en forma contundente, con una espectacular goleada. A puros tries Tucumán Rugby demolió a Duendes, en el duelo "verdinegro", por 64 a 18. Fue el partido perfecto, jugado ante su público, en su cancha de Marcos Paz, por la cuarta fecha del Nacional de Clubes A, que le permitió acomodarse como escolta de Hindú, por ahora líder de la zona.

El “Verdinegro”tucumano se tomó así la revancha de la derrota sufrida en la primera rueda en Rosario, hace apenas tres semanas. Y lo hizo con una exhibición de un rugby perfecto, en una tarde soñada, en la que todo le salió muy bien. Solo así podía ser posible demoler a un temible rival como el heptacampeón rosarino.

Tucumán Rugby salió con todo y en seis minutos ya ganaba 14-0, con dos lindos tries de Lucas Cartier y Miguel Barrera. Concentración al máximo, un ritmo infernal y una precisión quirúrgica fueron los componentes de la fórmula que agujereó la defensa rosarina cinco veces durante el primer tiempo. Salvo por esos cinco minutos del primer tiempo en los que intentó algún tipo de reacción y llegó al try de Nicolás Sánchez, Duendes fue borrado de la cancha por un Tucumán Rugby voraz para atacar y espartano para defender. Desde el pilar izquierdo hasta el fullback tacklearon como si estuvieran enojados, y varios tries se originaron así, a partir de pelotas recuperadas por la defensa. Por caso, el segundo try de Cartier, posibilitado por un terrible tackle de Tomás Albornoz -partido soñado del apertura- sobre un pilar rosarino.

Si el primer tiempo fue desconcertante para Duendes, el segundo fue un suplicio. Tucumán Rugby no sacó el pie del acelerador en ningún momento y se desinteresó de la hache: nada de sumar de a tres. Mandó siempre la caballería a buscar el ingoal y lo encontró otras cinco veces, con tries de toda clase, aprovechando que los rosarinos ya estaban física y mentalmente en ruinas. “Nos aplastaron. No tuvimos chance de nada”, reconoció el capitán Román Miralles.

Así, Tucumán Rugby se acomodó como escolta de Hindú en este grupo que, definitivamente, es “el de la muerte”.



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